En 1995 el matrimonio Campaner tuvo conocimiento a través de un programa de radio de la llegada a Mallorca de tres niños de Níger afectados de la enfermedad noma, a quienes se iba a operar. Se ofrecieron para alojar a uno de ellos, la niña Fátima. La estancia duró seis meses y, tras la operación, fue la propia niña la que le pidió a Josep Campaner que le acompañara en el viaje de regreso a su país de origen. Campaner quedó impresionado por la dimensión del drama humano y decidió en ese momento que "había que hacer algo".
La Fundació Campaner lucha desde entonces "por erradicar la enfermedad infantil llamada noma, que ataca a los niños desnutridos en los rincones más pobres del planeta y les mutila el rostro".
"Ahora, por culpa del coronavirus, no vienen los niños hasta Son Espases para ser operados, pero tienen que seguir comiendo y los tenemos que mantener. Son momentos muy duros, con ERTEs, cierres de bares y restaurantes, pero por desgracia nosotros no podemos cerrar", ha asegurado un emocionado Campaner, quien ha solicitado "ayuda los vecinos de nuestra comunidad para que realicen donaciones en las medida de lo posible de cada uno".
"Son 24 años ya desde que nos pusimos en marcha. Y es muy emocionante comprobar cómo algunos de los chicos y chicas a las que tratamos en su momento trabajan ahora como enfermeros en la fundación", ha comentado Marilena Navarro.
Todos aquellos que lo deseen, pueden visitar la página web de la Fundació Campaner o acercarse hasta una oficina de la Banca March para poder realizar un donativo, por pequeño que sea. Si todavía no están seguro de ello, les recomendamos que vean la entrevista completa en el vídeo que acompaña la noticia.