El jurado del XI Premi Pollença de Narrativa, formado este año por Sebastià Alzamora Martín, Laura Gost Seguí y Manuel Baixauli Mateu, una vez efectuada la valoración de los ochenta y un originales presentados, y después de largas deliberaciones, dado el alto nivel de calidad de algunos de los originales presentados, acordó, por unanimidad, conceder el premio a la obra Las madres no abandonan de Sandra Freijomil Tramunt.
Según explican los miembros del jurado, "esta novela subyuga a los lectores por la profundidad humana de las protagonistas, por la emotividad de los diálogos y las situaciones y por una prosa vigorosa y llena de imágenes memorables". Las madres no abandonan es una historia de madres e hijas que se ven obligadas a compartir heridas. Y la mejor manera de narrar las heridas es dejar, como lo hace esta novela, "una cicatriz en la inteligencia de los lectores".
En este sentido, añaden que "hay un alto grado de intimidad, complejidad, contradicción, humanidad y sensibilidad en la narración y en los vínculos entre los personajes femeninos". Las madres no abandonan es una novela de una gran profundidad emocional y que deja "una huella duradera en el lector, el cual se ha visto sacudido por toda esta intensidad literaria mientras leía la obra”.
El jurado afirma que "los personajes están muy bien trazados y escapan del simplismo y los trazos gruesos, de tal manera que las mujeres protagonistas y los lazos que las unen resultan verosímiles y honestos". Es una novela que evita, añaden, "los estereotipos, y que cumple con todo lo que esperamos al leer un buen libro, ya que nos hace pensar, sentir, sufrir y disfrutar".
En cuanto al X Premi Pollença de Poesia, los miembros del jurado, Marcel Riera Bou, Laia Martínez López y Antoni Xumet Rosselló, tras valorar las noventa y seis obras presentadas, acordaron por unanimidad que la obra ganadora fuera La nada perdura siempre de Josep Gerona Fumàs.
"El libro es una meditación sentida, pero no sentimental", sobre la pérdida de una hija querida. Desde la premonición hasta la asunción, la nada eterna detalla un proceso lleno de dolor, "con emoción y delicadeza", en el que la herida del tiempo sólo encuentra refugio en la música y las lecturas pautadas por los poemas.
Cabe señalar que esta convocatoria ha superado con creces el número de originales presentados en años anteriores, de hecho los ha cuadruplicado, y este fuerte incremento nos ha llevado a las noventa y seis obras recibidas en la modalidad de poesía y a las ochenta y una de la de narrativa.
Mencionar que la procedencia de las obras ha sido muy diversa, por un lado han llegado de todos los Països Catalans pero también de otros lugares como Austria, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Estados Unidos y Canadá. Hay representación de las cuatro islas del territorio balear y de muchas comarcas, tanto del País Valencià como de Catalunya, de donde llegan la mayoría de los originales.
