Desde que fuera elegido diputado por Balears en el Congreso, en 2016, Pons ha asegurado que "lo único que intento con mi trabajo es defender los intereses de Balears, mejorando día a día la relación entre Madrid y las Illes".
Una tarea por la que Pons cobra "un sueldo neto de 2.900 euros al mes, más unos 1.800 euros mensuales en concepto de compensación pública por tener que desplazarme de Balears a Madrid de manera asidua".
Esta movilidad constante permite a Pons estar en contacto con la vida política nacional y regional, por lo que entiende "perfectamente la actitud combativa de la consellera de Hacienda Rosario Sánchez ante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado recientemente. Es cierto que estamos por debajo de la media nacional en cuanto a inversiones del Estado en nuestra comunidad, pero también es verdad que en el reparto de los Fondos Europeos estamos muy por encima que otras regiones españolas".
"Aquí todo el mundo quiere lo suyo. Hay 17 comunidades con su peso demográfico y sus propias reivindicaciones. Nadie está contento, incluso aquellos con un gasto por habitante más elevado que el nuestro", ha comentado Pons.
Un Pons que se topa con frecuencia en los aviones con personalidades de la sociedad balear y con los que siempre acaba coincidiendo en que "necesitamos más voces, más fuerza, más lobbies en Madrid. Las cosas son muy lentas. Lo fácil es decir "Madrid me mata", pero lo realmente importante es seguir trabajando para conseguir estar más arriba en la media".