El equipo, conformado por una trabajadora social, una educadora social y una psicóloga, no ha dejado de desplazarse hasta el municipio para llevar a cabo su trabajo, pero lo cierto es que "las visitas presenciales se han reducido a los casos más urgentes", tal y como ha reconocido Catalina Cruelles, educadora social.
"La crisis sanitaria nos ha trastocado toda la organización que teníamos establecida hasta la fecha. Nos hemos tenido que adaptar a las nuevas tecnologías sin dejar de informar a nuestros vecinos de los recursos asistenciales de los que disponemos, tales como el servicio de ayuda a domicilio o el servicio de teleasistencia, entre otros", ha asegurado Maria Magdalena Viedma, trabajadora social.
"El trabajo en red es fundamental. Compartimos mucha información para poder ofrecer el mejor servicio posible. La colaboración con la policía tutora de Sencelles, por ejemplo, ha sido fundamental a nivel educativo, ya que nos permitido estar en contacto permanente con las familias que no disponen de los recursos suficientes", ha señalado Catalina Cruelles.