"Hemos tenido que tomar muchas medidas ante la presencia del Coronavirus. Durante estos meses yo mismo he visitado muchas fábricas y he comprobado que las cosas se han hecho muy bien. Las medidas de seguridad se han respetado hasta el extremo. Gracias a ello podemos decir que la producción se ha mantenido y el sector ha podido aguantar", ha asegurado Palou.
Las ventas, sin sufrir un desplome alarmante, "sí que han descendido un diez por ciento, sobre todo en el mercado local, aquí en Mallorca y en Balears. Ya estamos barajando diferentes acciones de promoción para seguir apostando por un producto tan nuestro y de tanta calidad como es la sobrassada", ha comentado el presidente del Consejo Regulador.
Palou ha comentado que "un 70 por ciento de la producción anual se exporta a la península, otro 20 por ciento se consume aquí y el resto se exporta al extranjero. Mi deseo es poder potenciar la internacionalización del producto. Las instituciones públicas tienen una buena predisposición, pero para poder conseguir aumentar las exportaciones al extranjero es necesario estar presente en diferentes ferias internacionales. Desgraciadamente, ahora no es el mejor momento".
El "sello de la Indicación Geográfica Protegida siempre es una garantia de calidad y excelencia. No digo que otras sobrassadas sin nuestro sello no sean aceptables, pero en ningún caso son comparables. Además de certificar que el producto ha superado todos los controles y ha respetado los procedimientos de elaboración adecuados, este sello también garantiza que la pieza ha superado las catas pertinentes par garantizar su sabor".