“Se hace necesaria la aplicación de medidas económicas de urgencia, sectoriales y transversales, de alto calado, que palien un declive social y empresarial que amenaza con proyectarse en el tiempo a varios años vista, infligiendo daños irreparables a nuestro ya de por sí frágil tejido socioeconómico”.
Para ello, continúa la presidenta de la ABEF, “es necesario y urgente que las instituciones estén cohesionadas y que nuestros gestores dejen sus rifirrafes habituales para que empiecen a trabajar en los proyectos necesarios y en la recuperación de la confianza perdida de los ciudadanos y las empresas”.
Esther Vidal advierte de que la gestión de los fondos europeos (los 72.000 millones del primer trienio, de un total de 140.000 millones) será lenta, posiblemente no lleguen hasta 2022, y recuerda que una buena parte de los fondos estructurales últimos no fueron capaces de asignarse todavía, lo que hace peligrar su uso y su alcance final real en nuestra economía.
Esta lentitud en la transferencia de las ayudas “deberá ser compensada con planes de urgencia para evitar el cierre de empresas y la destrucción de empleos. En este sentido, creemos indispensable que se mantengan los ERTE al menos hasta que se vislumbre una salida sanitaria de la pandemia que cree confianza en la ciudadanía, en el empresariado, en los inversores y en los países emisores de nuestros visitantes”.
“Debemos tener la seguridad de que los fondos llegarán verdaderamente a los actores económicos de nuestras islas, empresas y trabajadores, hoy por hoy el territorio más afectado del Estado”.
Para la presidenta de la ABEF, el objetivo prioritario en la política económica, a corto y medio plazo, –junto a la lucha contra la pandemia– debe centrarse en mantener e incentivar el empleo y mejorar la empleabilidad de los trabajadores, impulsando para ello el relanzamiento de las empresas y poniendo el foco en reforzar la productividad, competitividad y sostenibilidad.
“Solo estando unidos podremos salir de la crisis más importante de nuestra historia reciente. Ya habrá tiempo de ver en qué hemos fallado como sociedad y en qué la Administración. Ahora toca remar todos en la misma direccion con responsabilidad”, concluye Vidal.