Gómez ha reconocido que el Govern "ha sido muy insistente para que se pueda ejercer un mayor control en los aeropuertos, pero no es competencia nuestra. De todas maneras el virus permanecía en Balears antes de la vuelta de los turistas en junio. De hecho, hasta la semana pasada, el número de casos importados desde el inicio de la pandemia era de 65. No todo lo malo viene de fuera, pero lo cierto es que nos gustaría poder ejercer algo más de control".
La responsable de Salud reconoce que "han sido meses de mucha responsabilidad y de mucha incertidumbre. Hay mucho desconocimiento sobre la enfermedad. Los criterios y los estudios van cambiando". La búsqueda del "equilibrio" es lo más "complicado". "Se ha demostrado que el confinamiento es la medida más efectiva, pero también hay que pensar en la salud económica y social".
"Las restricciones en Son Gotleu han funcionado muy bien. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que dar mensajes más claros y de que tenemos que facilitar que las personas que tengan que cumplir una cuarentena la puedan cumplir", ha reconocido Gómez.
La consellera alude a la alta densidad de población de Eivissa, "la más alta de Balears" como motivo principal de la situación que se vive en Vila. "Hemos optado por aplicar las medidas en todo el municipio porque es muy complicado establecer límites, a pesar de que disponemos de herramientas que nos permiten saber incluso cuántos positivos hay finca por finca", ha reconocido Gómez.
