La nueva subestación es un modelo con transformadores de potencia en el exterior, cabinas blindadas dentro de un edificio, dotada con las nuevas tecnologías que hay en el mercado. Así, las cabinas de 15 kV incorporan un gas de características aislantes, más seguro para los técnicos que trabajan y también más robusto de cara a soportar ambientes húmedos o alta salinidad. A la vez, la nueva tecnología prácticamente no requiere intervenciones de mantenimiento, a diferencia de la tecnología anterior, en que determinadas tareas obligaban a cortar temporalmente el servicio a los clientes.
Los trabajos de construcción empezaron en 2017 y la nueva instalación ya está en funcionamiento, pese a que este año se acabará la reconversión de 2,6 km de línea aérea de 15 KV de simple circuito a doble circuito.
La subestación de Cala Blava, de 66/15 kV, dispone de dos transformadores de 66/15 de 40 MVA, dos transformadores de servicios auxiliares 15/0.42 kV de 250 kVA, una cabina de servicios auxiliares, otra de acoplamiento trasversal, 6 cabinas de línea y dos cabinas más de transformador.
El nuevo sistema instalado, de última tecnología, para gestionar y operar la instalación dispone de un sistema de control remoto para poder llevar a cabo maniobra de operación y control de la subestación desde el Centro de Control de Endesa, hecho que permite actuar más rápido en caso de una eventual incidencia.
"Con esta nueva instalación se complementa la red eléctrica de la zona, y se amplía y se consolida la malla eléctrica con el objetivo de mejorar la fiabilidad y la calidad en el suministro", han destacado desde Endesa.