Orell hace referencia al nuevo papel que jugarán los docentes "para detectar el contacto estrecho que ha determinado el Govern, por el cuál no se confinará a todo el grupo burbuja sino sólo a aquellos que hayan estado en contacto directo con el positivo. Es una tarea agobiante para el maestro, no hay garantías".
"Desde marzo no habido ningún plan desde la Administración que regule la conciliación en las familias. Y ahora esa tarea nos toca a los docentes. Claro, no es lo mismo confinar a todo un grupo que sólo a cuatro o cinco alumnos", ha lamentado Orell.
"Las plantillas están sobresaturadas, han sobrepasado el límite" ha comentado el portavoz sindicalista, para quien "es una prioridad reducir la ratio de los grupos, ya que 15 alumnos nos parecen demasiado y es peligroso. Tememos que el goteo constantes de casos positivos no desaparezca".
Orell también ha reconocido que "muchos especialistas que deberían dedicarse a la atención de los alumnos con necesidades especiales tienen que abandonar su función y ejercer como tutores de grupo. Eso se debe a que se planteó el inicio de curso en el escenario A, pero finalmente se ha hecho en el B. Hay que corregir esa situación para poder dotar de mas profesores a los centros".