Según ha explicado el Consistorio en un comunicado, esta medida implica aumentar el remanente de tesorería actual en 2,9 millones hasta llegas a 17 millones, aproximadamente.
El alcalde, Eric Jareño (PP), ha expresado su satisfacción del equipo de gobierno por la aprobación de la medida y ha agradecido "la política de diálogo y consenso" que ha superado el partidismo por el bien del municipio.
Por su parte, desde MÉS per Llucmajor han criticado que el Ajuntament de Llucmajor haya perdido "una gran ocasión" de poder ayudar a las empresas, comercios y negocios que más mal lo pasan.
La formación ecosoberanista ha criticado que el equipo de gobierno no haya aprovechado el ahorro de 750.000 euros por la mengua de las toneladas de basuras generadas e incineradas durante los últimos meses y se destine el ahorro a "arreglar" la falta de control sobre el gasto del Ajuntament.
Según MÉS, con esta decisión el equipo de gobierno ha traspasado la "línea roja" y ha demostrado una "falta de ética y empatía" hacia los vecinos.
Por su parte, el portavoz del PSIB, Gori Estarellas, junto con el resto de regidores socialistas, han rechazado la congelación y han señalado que es "todo lo contrario de lo que necesita el municipio".
Según Estarellas, su grupo dejó las arcas públicas sin deuda financiera y con un superávit de ocho millones de euros y una creación de 400 puestos de trabajo entre personal laboral por programas del SOIB, por obras y servicios determinados y por incremento de actividad, así como el nombramiento de 69 funcionarios.
Para el portavoz socialista, la congelación es la prueba de la "mala gestión económica y financiera" del equipo de gobierno.