El pasado día 9 de agosto se recibió un aviso en el que se comunicaba una situación de emergencia de unos buceadores, por lo que se activó al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de Mallorca.
Llegados al lugar, los especialistas comprueban que se había evacuado a un buceador con síndrome de descompresión al intentar rescatar a otro que se encontraba en el fondo desde hacía varias horas.
Los Geas llevaron a cabo un primer reconocimiento en el que marcan la zona de trabajo y confirman que en la misma hay más de 80 metros de profundidad, por lo que se decide activar a la Unidad de Buceo Profundo de la Guardia Civil, trasladándose a la isla un oficial y 10 agentes procedentes de Madrid y de otras comunidades.
Mientras un grupo de agentes preparan y organizan todo el material necesario para el buceo a esas profundidades, otro grupo continúa trabajando en la zona, alcanzando una cota de 80 metros con una cámara, constatando que la visibilidad es nula.
Posteriormente se cuenta con el apoyo de un robot submarino, para el rastreo del fondo, descartando la primera zona de trabajo decidiendo intervenir en otra próxima a esta.
El día de ayer, tras varias horas de trabajo se localiza a una profundidad de 92 metros el cuerpo del buceador. Debido a la profundidad en el que se encontraba se decide, para evitar los riesgos que conlleva el trabajo a esas profundidades, intentar la extracción con el brazo del robot, consiguiendo elevar el cuerpo a una profundidad de más seguridad, en donde es recogido por los Guardias Civiles que lo trasladaron hasta la superficie sobre las 18’30 horas.
Una vez en el Puerto, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil inició las diligencias para el esclarecimiento de los hechos y se realizó el levantamiento judicial del cadáver.
La Guardia Civil agradece la colaboración de las empresas y particulares que han aportado medios y capacidades para la consecución de este servicio.
La Guardia Civil aconseja a todas las personas que realicen el deporte del buceo, que cumplan con las normas establecidas en el Real Decreto 550/2020 de 2 de junio por el que se determinan las condiciones de seguridad de las actividades de buceo.