Además, continúa habiendo un profesional sanitario positivo, que fue diagnosticado el pasado viernes y que se contagió de la enfermedad fuera del ámbito laboral, por lo que está en seguimiento por los equipos UVAC. A raíz de este caso hay otros seis profesionales en aislamiento.
De hecho, han señalado que a día de hoy se realizan una media de 100 pruebas PCR cada día, aunque hay picos de actividad en que se puede alcanzar la cifra de 150 test.
Por ello, el Área de Salud de Menorca ha reforzado las UVAC con la incorporación de una biotecnóloga, que se sumará al equipo de profesionales, de manera que serán ya 20 los encargados de todas las tareas de rastreo, toma de muestras y seguimiento domiciliario .
A causa del gran volumen de muestras para las pruebas PCR que han recogido las UVAC en el último mes, se ha montado una carpa para la unidad COVID-exprés ante el edificio del Centro de Salud Dalt Sant Joan de Maó.
Este dispositivo entrará en funcionamiento en los próximos días, en cuanto hayan finalizado los trabajos de reordenación del área donde se ha montado y la señalización de un paso de peatones y de las zonas de estacionamiento de vehículos.
"El dispositivo montado bajo dicha carpa hará más ágil la toma de muestras, pues las personas que acudan a él no tendrán siquiera que bajar del coche y los profesionales dispondrán de más espacio para hacer su trabajo", han señalado desde el Área de Salud de Menorca.
Cabe recordar que son las propias UVAC quienes citan a las personas que deben hacerse la prueba PCR en las unidades COVID-exprés que hay en Maó y en Ciutadella (esta última, frente al Centro de Salud Canal Salat).
Por otro lado, los profesionales de la UVAC de Maó se han dividido en tres grupos, de modo que los que se encargan de recoger las muestras ocupan un despacho en la planta baja del centro de salud Dalt Sant Joan y las tareas de seguimiento de positivos y rastreo de contactos se realizan en un despacho de la primera planta y en la biblioteca del mismo centro sanitario.
Cada UVAC dispone de un vehículo para los traslados necesarios para hacer el seguimiento domiciliario de los pacientes diagnosticados de COVID-19, una tarea que les ocupa 14 días, de media, por cada paciente.