Según ha informado la Policía Local, los agentes han tenido que actuar y disolver algunos grupos que generaban bullicio -practicando botellón, entre otras actividades- o no mantenían la distancia social, sin que hayan puesto resistencia.
La Policía ha recordado que beber en espacios públicos puede suponer una sanción económica por infracción leve que oscila entre los 100 y los 3.000 euros.
Los esfuerzos policiales se concentran de manera especial a partir de las 2.00 horas. También se llevan a cabo controles de la hora de cierre de locales de ocio estipulada por el Govern.
Este fin de semana se ha levantado un acta a un establecimiento de Palmanova por incumplimiento de horario, ya que a las 2.30 horas permanecía abierto. Lo mismo sucedió en un local de ocio de Peguera que continuaba abierto a las 2.46 horas del sábado.
En referencia a los locales de la zona de Ramón de Montcada, en Santa Ponça, en la última semana se ha levantado un acta a un establecimiento donde se permitía bailar y a otro local por motivos de ruido, ya que el establecimiento tenía la música puesta y las puertas abiertas.
Los agentes de Policía Local de Calvià continúan trabajando en el seguimiento a Punta Ballena y calles aledañas para comprobar que los locales continúan cerrados. Además hay controles de aforos en los establecimientos y de vigilancia del cumplimiento de las normas de prevención del Covid-19, del turismo de excesos y de las ordenanzas municipales.
Según la Policía, la normativa es ampliamente seguida por los negocios de Calvià, a pesar de que los agentes han tenido que actuar de manera puntual.
Por otra parte, en la última semana Policía Local de Calvià ha prestado especial atención al uso del campo de fútbol municipal de Son Caliu, donde se juntaban jóvenes del municipio que quedaban a través de un grupo de 'WhatsApp' para ir a jugar sin contar con el permiso pertinente.
Avisados los jugadores de que no estaba permitido, se ha mantenido la vigilancia y el campo no se ha vuelto a utilizar fuera de horario.