Según cifras del Ajuntament de Palma, en el mes de julio se ha mantenido en un descenso "muy considerable" del número de los canes que ha entrado en la protectora en 2020, pasando de los 101 de 2019 a los 60 de este año. La causa se halla en que se ha reducido a la mitad los abandonos con respecto a hace un año, pasado de los 43 de 2019 a los 21 actuales, así como porque las renuncias han pasado de 26 a 18.
En esta línea, destaca que se ha mantenido el descenso de entradas de perros en el recinto de Son Reus en los meses posteriores a marzo y abril, cuando se produjo la caída "más importante", coincidiendo con el estado de alarma, pese al final del mismo y el inicio de las vacaciones.
Por otro lado, en relación a las salidas, cabe señalar que casi todos los perros que logran abandonar la protectora es debido a que son recuperados por parte de sus propietarios (240) o bien por adopciones (238).
En este sentido, se ha creído "fundamental" el uso del microchip para las recuperaciones por parte de los propietarios, apuntándose este dato como un indicador de que una parte "muy importante" de los perros que llegan al centro es porque se han perdido, no porque sean abandonados.
Actualmente, Son Reus está al 41,7% de su capacidad, con un total de 45 perros en sus instalaciones, las cuales pueden albergar hasta 108 canes si se alojan en espacios individuales.
Del total de acogidos, 25 se consideran legalmente "potencialmente peligrosos" y "de difícil adopción" por sus características y por requerir una licencia específica para su tenencia. El resto de canes, en cambio, salen "fácilmente" en adopción, incluso hay algunos casos que tienen lista de espera para ser adoptados.