Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, este lunes llegó a aguas pitiusas el patrullero para desarrollar las funciones que tiene encomendadas conforme a la Ley Orgánica 2/1986 de 13/03 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ejerciendo el control de las aguas marítimas españolas hasta el límite exterior del mar territorial determinado en la legislación vigente y, excepcionalmente, fuera del mar territorial, de acuerdo con lo que se establece en los tratados internacionales.
Este patrullero oceánico, con base en las Palmas de Gran Canaria, fue entregado a la Guardia Civil el 9 de diciembre de 2010, equipado con los medios necesarios para el desarrollo de sus funciones, entre las que se encuentran la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración irregular.
Con una eslora de 73 metros y una manga de 12 metros, dispone de una autonomía de más de 9.000 millas con de 30 días de navegación. Dispone también de dos embarcaciones auxiliares con las que puede llevar a cabo acciones de abordaje, salvamento o rescate.
La nave ha participado en numerosas misiones de rescate y de control de inmigración con interceptación de embarcaciones en alta mar y rescate de miles de personas.
También ha llevado a cabo interceptaciones de veleros y otras embarcaciones con importantes cantidades de sustancias estupefacientes, alguna de ellas con destino a Balears.