Según ha expresado el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ante unas 800 personas congregadas en la Catedral de Mallorca, "aquellos que han estado más cerca de los enfermos han tenido que afrontar el gran reto de suplir la ausencia de sus seres queridos". Por este motivo, ha añadido, "queremos trasladarles un agradecimiento enorme por su enorme capacidad de esfuerzo y de sacrificio".
Al respecto, ha agradecido la posibilidad de celebrar este "último adiós comunitario, en el que tener presentes a las personas que han fallecido en esta comunidad autónomas a causa del virus pero también a quienes murieron por otras circunstancias durante la pandemia".
Asimismo, coincidiendo con la celebración del Día de los Mayores, Taltavull ha querido recordar que "la COVID-19 se ha llevado a muchos de ellos". Por esto, ha apelado a la "solidaridad" de los jóvenes y a la "corresponsabilidad" de todos para frenar este virus, el cual, ha destacado, "no respeta ninguna diferencia".
"La pandemia ha de servir para hacernos pensar así como revisar comportamientos tanto individuales como sociales", ha insistido el obispo Sebastià Taltavull, quien ha concluido, "tenemos derecho a la esperanza y la obligación de comunicarla".
Al acto, presidido por Sebastià Taltavull, con las asistencias del obispo de Menorca, Francesc Conesa, y del administrador diocesano de Eivissa, Vicente Ribas, han acudido la presidenta del Govern balear, Francina Armengol; el presidente del Parlament, Vicenç Thomas; la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera; la Delegada del Gobierno, Aina Calvo; o el alcalde de Palma, José Hila, entre otros.