El objetivo es detectar la presencia y evitar la propagación del coronavirus entre estos trabajadores en unas instalaciones que, por sus características -alta afluencia de personas, manipulación de alimentos o cámaras con bajas temperaturas-, pueden suponer un sitio de riesgo para un servicio y unos empleados esenciales.
Concretamente, está previsto realizar pruebas PCR a los trabajadores que manipulan alimentos, a los profesionales de nueva contratación, a los que han viajado en el último mes a zonas con alta incidencia de casos o que conviven con personas procedentes de zonas de riesgo.
Según ha informado en un comunicado la Conselleria de Salud y Consumo, el objetivo principal de estos cribados es transmitir a la población y a las empresas la tranquilidad y seguridad de que la crisis del COVID-19 no está afectando a este ámbito tan importante.
De esta forma, la Conselleria continúa con la estrategia de búsqueda activa de casos, como ya se ha desarrollado en otras instalaciones, como las residencias para personas mayores y personas con discapacidad, los centros sanitarios de toda la comunidad y los mataderos del archipiélago.