Si durante las primeras semanas de la pandemia acudían al local de Cáritas Eivissa unas 70 personas al día para pedir alimentos, ahora acuden "entre 40 y 50 usuarios al día", según el técnico Gustavo Gómez.
Por lo tanto, las cantidades de alimentos repartidos semanalmente en Eivissa han bajado, hasta cerca de las ocho toneladas frente a las diez toneladas de comida que la entidad llegó a repartir durante el confinamiento en una sola semana.
Según Gómez, la mayoría de productos se han repartido en la sede de Eivissa, así como en la de Sant Antoni y Santa Eulària y en menor medida, en la de Sant Jordi y Puig d'en Valls.
En las últimas semanas, Cáritas ha retomado también la atención presencial a usuarios que, mediante cita previa, acudan a la ONG para solicitar asistencia.
"Se van diversificando las necesidades y se ha notado una estabilización de la demanda. Los picos tan grandes, por ahora, ya no los hay", ha añadido Gómez. La reactivación del sector turístico y de numerosas empresas habría favorecido este descenso de la demanda de ayuda en Cáritas Eivissa.
El pasado mes de junio, la entidad solidaria informó que en los cinco primeros meses de este año se había distribuido la misma cantidad de alimentos -unas 100 toneladas- que durante todo el 2019.
En su balance de actividad, Cáritas explicó que en el pasado ejercicio atendió a un total de 1.953 personas frente a los 1.871 usuarios de 2018.
Entre enero y mayo de este año 1.339 personas fueron asistidas, con más de 600 usuarios que por primera vez solicitaron ayuda a consecuencia de la crisis derivada del Covid-19.
En cuanto a su programa de acogida, el año pasado fueron atendidas 995 personas, mientras que en el centro de día para personas sin hogar 209 personas solicitaron ayuda, disminuyendo los usuarios procedentes de otros continentes y aumentando los de nacionalidad española.
Asimismo, el comedor social de Cáritas atendió a 114 personas sin hogar o en riesgo de exclusión, repartiéndose 30.000 menús en todo el año.
En cuanto a la gestión de la ropa recogida en los 150 contenedores solidarios repartidos por toda la isla, en 2019 se recogieron más de 450.000 kilos de prendas.