Según ha informado el Consistorio palmesano este domingo en nota de prensa, el aforo se ha reducido hasta bajar del 60%, después de que en esta jornada haya llegado al 90%.
Pasadas las 16.00 horas, los socorristas han instalado carteles rojos para indicar que la playa estaba cerrada y agentes policiales se han trasladado hasta las inmediaciones para controlar los accesos a la playa. La situación, ha añadido, ha transcurrido con "total normalidad", sin que se haya registrado ninguna incidencia.
En este sentido, ha explicado que previamente, a las 13.00 horas, ya se había instalado cartelería preventiva, preceptiva al haberse detectado un 60% del aforo recomendado.
Asimismo, el Ayuntamiento de Palma ha recordado que el aforo recomendado es lo único que garantiza la distancia mínima de 1,5 metros entre personas.
Con todo, ha apuntado que esta resolución, de aforo de playas, publicada en el BOIB el pasado 9 de julio, forma parte del plan de medidas excepcionales de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.