En junio de 2019 el aeropuerto registró 1.963 movimientos de aeronaves privadas que transportaron a 4.948 viajeros en total.
En cuanto al mes de marzo de 2020, hubo en Ibiza 272 vuelos privados; 32 en abril y 38 en mayo, siendo vuelos posicionales sin pasajeros.
Según ha explicado Aena, los pasajeros que utilizan la aviación privada pasan los mismos controles que los viajeros procedentes de destinos internacionales, como el control de temperatura, control visual y de documentos.
El pasado mes de marzo durante el primer fin de semana del estado de alarma aterrizaron en Ibiza cerca de 50 vuelos privados. Algunos de ellos procedían de Reino Unido e Italia y durante el mismo periodo se registraron también 49 operaciones de salida de jets.
Trabajadores del aeródromo llegaron a denunciar a través de redes sociales la "alarmante subida" en Eivissa de este tipo de operaciones justo al decretarse el estado de alarma, mostrando su "indignación" porque, según afirmaron, a los viajeros no se les realizaba ninguna prueba de COVID-19.
En aquellos días, también el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, consideró "necesario" el cierre del aeropuerto cuando se decretó el estado de alarma, sobre todo tras conocer el tráfico de jets privados registrado en las instalaciones de Es Codolar durante aquellas jornadas.
Por otra parte, el aeropuerto de Ibiza registró entre enero y septiembre de 2019 un total de 10.038 vuelos privados, un 19,4 por ciento menos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Estas naves transportaron durante ese periodo a casi 26.000 viajeros, cifra que descendió un 7,8 por ciento.
El aeropuerto ibicenco ya tuvo que ampliar la plataforma destinada a aviones privados, unas obras que se retrasaron debido al hallazgo de restos arqueológicos. Dicho espacio dispone ahora de 58 plazas, 34 de ellas para jets.