Según ha informado en un comunicado este jueves la Jefatura Superior de Baleares, la víctima realizaba jornadas de 17 horas, sin días de libranza y cobrando a 1.50 euros la hora trabajada.
De acuerdo con la Policía Nacional, el trabajador se encontraba en situación irregular en España donde había llegado junto a su pareja en julio de 2019 procedentes de Sudamérica.
Debido a la situación de necesidad económica que él y su pareja sufrían, poco después de su llegada el empleado comenzó a trabajar en el lavacoches desde agosto de 2019 a marzo de 2020.
Además de realizar largas jornadas de trabajo, la víctima residía con su pareja en una caseta de obra que formaba parte del recinto de empresa, con la condición de estar disponible para lavar vehículos las 24 horas del día.