En ambas comunidades las urnas han arrojado, además, un fuerte aumento del voto nacionalista y tanto el BNG como EH Bildu han logrado las mejores marcas de su historia en escaños. El BNG se sitúa en 19, desde solo 6 en la legislatura que termina, y EH Bildu pasa de 18 a 22 en el Parlamento de Vitoria. En ésta Cámara, más de dos tercios de los escaños (53) serán nacionalistas y en ella tendrá un asiento Vox, que lo ha conseguido por Álava.
Para el PSOE, el partido del presidente del Gobierno, la cita electoral se salda con un solo diputado autonómico más, en el País Vasco, y sin haber conseguido recuperar el segundo puesto en Galicia. Su socio de coalición, Unidas Podemos, se ha hundido en ambas comunidades y ha desaparecido del Parlamento gallego.
En Galicia, no cabe otra posibilidad que un gobierno de Feijóo, que logra su cuarta mayoría absoluta consecutiva con 42 escaños, mejorando su propio techo --el histórico del PP lo logró Manuel Fraga en 1993 con 43 escaños--. Y eso que, con el 98,7 por ciento escrutado, el PP se deja casi 64.000 votos pero en términos porcentuales avanza un 0,48 por ciento y consigue un escaño más.
Los socialistas han logrado avanzar 1,49 puntos porcentuales (7.000 votos menos que en 2016), pero no ganan ni un escaño y se mantienen en un porcentaje del 19,4 por ciento. Es decir, sin arrastrar al ámbito autonómico nada del apoyo que obtuvieron en las generales y europeas de 2019 (en las tres superaron el umbral del 30 por ciento).
En esta comunidad, el gran avance ha sido el del BNG, que ha recuperado con creces los apoyos que en las últimas citas electorales había 'cedido' a las 'Mareas' y a las candidaturas de Unidas Podemos. El resultado ha sido un 'sorpasso' no solo a estos sino también al PSdeG, que no pasa de ser tercera fuerza y se mantiene en 14 escaños.
En el otro extremo, la peor derrota ha sido la de Unidas Podemos, cuyo candidato, Antón Gómez-Reino, no ha conseguido entrar en el Parlamento. La marca de Pablo Iglesias contaba con 14 diputados, con un 20 por ciento de los votos en 2016 y ha tenido en su campaña a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Los 'morados' también han sufrido un batacazo en el País Vasco, donde han caído desde 11 diputados hasta 6. Miren Gorrotxategi tendrá así solo uno más que la coalición de PP y Ciudadanos. El 12J deja a Podemos con un 8 por ciento de apoyo en la comunidad, muy por debajo del 15 por ciento que rozó hace cuatro años y lejos de las expectativas que generó el partido cuando fue primera fuerza en Euskadi en las generales de 2015 y 2016.