Según ha explicado la Policía, los arrestados conformaban los diferentes niveles de la organización criminal, cumpliendo roles diferenciados de falsificadores, muleros, blanqueadores de beneficios y los contratadores de todos ellos.
La investigación dio comienzo cuando unidades especializadas en la lucha contra la ciberdelincuencia tuvieron conocimiento de la existencia de denuncias con características similares en diferentes lugares del territorio nacional.
Tras identificar un mismo modus operandi, se constató que los autores de los hechos pertenecían a una misma organización criminal, cuya acción llevó a los agentes a un operativo coordinado en 16 municipios en el que se procedió a la detención de los integrantes y a dos registros domiciliarios con incautación de material informático.
El grupo de estafadores estaba conformado por diversos niveles dentro de la organización, representando cada uno un rol para llevar a cabo el fin criminal. Desde falsificadores, muleros y los contratadores de estos, hasta organizadores que evadían los beneficios de la actividad fuera del país por medio de una empresa de cambio de divisas e, incluso, en inversiones en criptomonedas.
En primer lugar, la organización se apoderaba de las claves de acceso a la banca online de la víctima por medio del método phishing. Así, los estafadores podían ingresar a la cuenta bancaria desde Internet, sin poder operar plenamente debido a que tenían que salvar una doble barrera de seguridad.
Así, en una segunda fase duplicaban la tarjeta SIM del teléfono del perjudicado, engañando para ello a los empleados de una tienda de telefonía mediante falsificaciones de documentos oficiales. De esta forma suplantaban la identidad de la víctima, obteniendo así una copia de la tarjeta de su teléfono móvil.
De esta manera, los criminales recibían los mensajes del banco con las claves necesarias para autorizar las transacciones monetarias que previamente ellos mismos han realizado en su beneficio, mediante la aplicación o web de la entidad bancaria de la víctima.
Este operativo ha llevado a los agentes a identificar un total de 504.800 euros de dinero estafado, existiendo numerosos afectados. Concretamente, a uno de los cuales llegaron a retirarle de su cuenta 240.000 euros.
A los investigados se les atribuyen delitos de estafa continuada, blanqueo de capitales, pertenencia a grupo criminal y en algunos casos falsificación y usurpación de estado civil. Las detenciones se han producido en las provincias de Almería, Baleares, Barcelona, Burgos, Granada, Guipúzcoa, La Coruña, León, Madrid, Málaga, Murcia, Salamanca, Santa Cruz de Tenerife y Valencia.