Después de los cien días del estado de alarma –y una vez superada esta excepcionalidad legal–, desde el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska se distribuyó una circular operativa en la que se recomendaba a los mandos locales de los distintos cuerpos de la seguridad del Estado proceder a regularizar los días libres, las horas extraordinarias y las vacaciones que los policías y guardias no habían podido disfrutar durante la pandemia.
Durante toda la época del confinamiento intenso, se restringieron al máximo las distintas libranzas de policías y guardias para tener a disposición completa del mando único el máximo de fuerzas operativas y de intervención. De hecho, también se restringieron incluso los permisos de paternidad de los agentes masculinos que fueron padres en esos días. Se les permitió una semana libre para acompañar a sus parejas e hijos recién nacidos, pero luego se les reclamó su reincorporación inmediata por la excepcionalidad del momento.
Una vez la situación parecía regularizada, las plantillas han quedado configuradas al mínimo imprescindible. Un mínimo que no es capaz de cubrir las nuevas necesidades sobrevenidas, según han declarado a Canal4 agentes que, por otro lado, prefieren mantener su anonimato.
“Las plantillas siempre han sido muy cortas. Tradicionalmente, falta personal para cubrir correctamente todos los servicios, pero ahora la situación ha empeorado. Lógicamente, después de tres meses superintensos, sin prácticamente días libres, con jornadas extenuantes, había llegado el momento de tener alguna jornada de asueto para estar con la familia. Por eso no llegamos a donde ahora deberíamos llegar”, han declarado los portavoces sindicales a este diario.
Este “donde deberíamos llegar” son las concentraciones masivas de personas que no respetan las medidas sanitarias de alejamiento personal decretadas por el Govern de les Illes Balears, los botellones de todos los fines de semana en polígonos de Palma y, también, la masificación en las playas y zonas de copas.
De hecho, el propio Govern balear, como ya informamos en este mismo Canal4Diario.com, ha hecho llegar a la Delegación del Gobierno de España en las Illes Balears y a los mayores ayuntamientos del archipiélago la necesidad de que se movilicen a más agentes para evitar que se repitan estas concentraciones masivas.
Desde el Govern se teme que se pueda producir algún contagio masivo en estas concentraciones y que acaben perjudicando la desescalada y el tránsito a la ‘nueva normalidad’ de toda la sociedad, en general, y también perjudique gravemente a la buena imagen turística cosechada en este arranque de la temporada estival.
Asimismo, las mismas fuentes señalan que este verano no habrá refuerzo potente policial en nuestras zonas turísticas, lo cual obligará a redistribuir todos los agentes locales sin el aporte de los trasladados desde la Península.