En rueda de prensa telemática, March ha matizado que el curso comenzará el 10 de septiembre y si no llevaran las mascarillas por problemas económicos o por olvido, el centro deberá proporcionarlas.
De este modo, el conseller ha informado sobre el borrador de las instrucciones de organización del curso escolar 2020-21 acompañado por la directora general de la Comunidad Educativa, Amanda Fernández, y del secretario general, Tomeu Barceló.
March ha explicado también que, con el objetivo de dar "la máxima seguridad" tanto a los profesionales de la educación como al alumnado, Educación ha trabajado en un documento de organización y prevención "complejo" para comenzar el próximo curso "de la forma más adecuada" ante la crisis del coronavirus.
A la misma vez, ha señalado que este documento será presentado a la comunidad educativa, deberá ser aprobado por el Govern y finalmente se publicará en el Boletín Oficial de les Illes Balears. En concreto, ha detallado que consta de 11 anexos.
En el escenario de nueva normalidad, el Govern prevé clases presenciales para todo el alumnado, con las ratios establecidas en la normativa vigente, con determinadas restricciones de seguridad e higiene para evitar los contagios. Se retomarán también los servicios complementarios y las actividades extraescolares.
Para hacer frente al COVID-19, "un virus que aún está ahí fuera", los centros de Baleares, con el aprobado de la inspección educativa y de la Dirección General de Planificación, Ordenación y Centros, y con la aprobación del consejo escolar, podrán hacer turnos por la mañana y tarde por cursos o etapas educativas.
En esta línea, deberán crear los llamados grupos de convivencia o burbuja, en los que el alumnado permanecerá siempre evitando así la interacción con otros grupos. Además, el profesorado siempre será el mismo en cada aula a excepción de los especialistas.
El alumnado no llevará mascarilla en los niveles de Infantil hasta 4º de Primaria pero deberá tener un lugar señalizado, no se podrá sentar frente a frente, no podrán llevar juguetes de casa, se eliminará el mobiliario que no sea imprescindible y se concentrará la actividad en el aula.
El objetivo, según March, es "reducir el movimiento" del alumnado y el profesorado. Así, las entradas y salidas al centro escolar se realizarán de forma escalonada. Por este motivo, algunas horas lectivas sufrirán recortes de minutos. En Infantil, Primaria y Educación Especial se podrán reducir hasta 30 minutos diarios y en Secundaria, hasta 50 minutos.
Educación también prevé concentrar la enseñanza de algunas materias y establecer horarios diferentes para las salidas al patio. Asimismo, serán las familias las encargadas de tomar la temperatura a los hijos cada día y si superan una temperatura superior o igual a 37,5ºC no podrán asistir a clase.
Del mismo modo, los centros educativos deberán dar tanto a los alumnos como a las familias toda la información de medidas de seguridad y sanitarias a principio de curso para evitar posibles infecciones.
La Conselleria pondrá en marcha un Plan de Acompañamiento Escolar (PAE) especial para aplicar durante el primer trimestre de curso, a partir de octubre, con el objetivo de ayudar los alumnos que se hayan retrasado con motivo de la situación de confinamiento.
Los docentes dispondrán también de un aula de aislamiento por si hay casos de COVID-19. El centro dispondrá para el profesorado y el personal de administración mascarillas, pantallas faciales y batas desechables para aquellos casos en que un alumno que presente síntomas.
La Conselleria dotará del material y los centros asegurarán la disposición en diferentes puntos del centro de agua, jabón y papel para limpiar las manos, así como geles hidroalcohólicos en las aulas y papeleras.
En cuanto al transporte escolar y el comedor, el conseller ha anunciado que los estudiantes mayores de seis deberán llevar mascarillas dentro de los autobuses. También se asignará la distribución de los alumnos dentro del bus y se esperará en las paradas manteniendo la distancia de seguridad.
En el comedor se establecerán grupos estables, turnos dependiendo del número de comensales e incluso se podrán utilizar las propias aulas para comer para mantener los grupos de conviviencia estable.
El plan de la Conselleria de Educación establece que, para evitar aglomeraciones, las familias entrarán dentro del edificio únicamente en caso de necesidad o por indicación del profesorado. Se usarán preferentemente las escaleras y se establecerá un aforo máximo en todos los espacios del centro.
En todos los centros se establecerá direccionalidad en los pasillos y si es posible, se habilitará la entrada y la salida del recinto por puertas diferentes. De igual forma, se fomentarán las actividades exteriores siempre que sea posible.
Por su parte, el personal de los centros 0-6 años y los niños utilizarán un calzado diferente dentro del aula, que quedará en el centro. Se recomienda una limpieza diaria de batas y un uso de ropa exclusiva durante la jornada laboral.
La Conselleria exige la retirada de todos los elementos decorativos al acceso del alumnado y familias y que puedan sufrir una mayor manipulación como revistas, folletines o calendarios.
En los centros se realizará una limpieza y desinfección de las instalaciones mínimo una vez al día, y se reforzará en aquellos espacios que lo necesiten en función de la intensidad de uso. Se tendrá especial atención en las zonas de uso común y en las superficies de contacto más frecuentes como pomos de puertas, mesas, muebles, pasamanos, suelos, teléfonos y perchas.
Todos los espacios se tienen que ventilar diariamente, el tiempo necesario para permitir la renovación del aire, un mínimo de cinco minutos antes de iniciar la jornada, después de cada cambio de clase y después de cada uso.
El conseller de Educación ha reconocido que, durante el confinamiento, se ha demostrado que existe una brecha digital en el sistema educativo. De ahí, que haya anunciado una inversión por parte del Govern de dos millones de euros para el próximo curso en este aspecto, que llegará a los tres millones en el curso 2021-2022.
Según March, durante el estado de alarma se ha hecho un esfuerzo en la digitalización pero ha habido una brecha. Por ello, actualmente la Conselleria trabaja en equipamientos y formación digital tanto para profesorado, alumnado y familias.
Los "máximos problemas" se han centrado en los primeros niveles educativos. Como consecuencia, el Govern apuesta por "la máxima presencialidad" en el curso próximo "siempre proporcionando las máximas garantías de seguridad".
A continuación, el conseller de Educación ha avanzado que la digitalización se podrá combinar en los últimos niveles de ESO y Bachillerato. No obstante, ha insistido en que se deberá establecer el plan educativo digital que será combinable con el presencial. Esta opción tiene que contar con el aprobado de la inspección educativa y de la Dirección General de Planificación, Ordenación y Centros, y con la aprobación del consejo escolar.
En definitiva, Educación trabaja un protocolo con tres escenarios posibles en función a la evolución de la pandemia: la máxima normalidad, una normalidad con restricciones y un nuevo confinamiento. Además, prevé la posibilidad de cerrar centros por cuarentena en caso de detectarse casos de coronavirus.