En declaraciones a Europa Press, el presidente de esta entidad, Ramón Díaz, ha explicado que, aunque los fines de semana mejoran estos datos puesto que los residentes se animan a alquilar, están esperando "como agua de mayo" que llegue julio para ver si se reactiva el turismo.
Según ha destacado Díaz, en relación a barcos en los que se puede pernoctar está habiendo más reservas, aunque son "prácticamente nulas" en los 'day cruiser'.
El presidente ha asegurado que el sector también ha flexibilizado el sistema de reservas, tal y como ha ocurrido en los hoteles, porque "hay que adaptarse a la situación" y, además, la "demanda es muy baja".
Sobre los precios, ha lamentado que "empieza una carrera por el descuento que no es positiva porque muchas empresas establecidas en Eivissa tienes unos costes fijos muy altos por los amarres y la inquietud y el miedo que se tiene es si la próxima semana empiezan a llegar empresas de la península que no tienen estos gastos tan altos y que pueden operar desde las calas haciendo una competencia desleal".
Desde el colectivo han recordado que "siempre" han intentado controlar "por activa y por pasiva" la llegada de estas empresas, aunque sin éxito hasta el momento. "No se consigue poder erradicar esta competencia", ha insistido.
Díaz ha reconocido también que desde hace unos meses los varaderos "están colapsados" puesto que están preparándose los barcos ante la posible llegada de turistas, confiando en que la "temporada se desarrolle dentro de unos cauces relativamente normales", aunque "a día de hoy los números no reflejan eso".
Sobre el tipo de cliente, el presidente ha explicado que en un año normal cerca del 40 por ciento son clientes de origen alemán, un 20 por ciento británico y sobre el 15 por ciento de origen francés, aunque este año "esto cambiará radicalmente y se está apostando por el turismo nacional".
La asociación, tal y como ya señaló en mayo, calcula que harán falta varios años para volver a los niveles de facturación que se registraban antes de la pandemia.
"El nivel de costes para las empresas chárter es muy alto debido a los amarres, con gastos de entre 450.000 y 500.000 euros al año, y se espera tener una temporada para cubrir por lo menos esos gastos", ha explicado Díaz, quien ha calculado que la facturación de este verano difícilmente servirá para cubrir esos costes.
En cuanto al precio de los amarres, Díaz ha reconocido que "por ahora" no están bajando.