El estado de alarma y los dos meses de parálisis de buena parte de la sociedad tampoco ha sido suficiente para descongestionar una área que podría ser primordial para reactivar la economía balear, de una vez por todas.
A principios de año, el departamento contaba con tres funcionarios encargados de gestionar una media de 6.000 expedientes al año, que eran tratados todos por igual, no se diferenciaba proyectos urbanísticos de ganaderos, por ejemplo. Pero, ahora, al fin, según nos ha explicado el conseller Miquel Mir, se aplica "un método de cribado y triaje para agilizar el proceso".
Desafortunadamente, medio año más tarde, esta es la única novedad que afecta a la mejora productiva de Recursos Hídricos. A pesar de estar prevista y presupuestada la dotación de tres nuevos puestos de trabajo, las plazas siguen libres. El conseller de Medio Ambiente ha explicado que "falta incorporar a dos trabajadores y crear la tercera plaza". dotar de más personal el área, los lugares siguen sin ocupar...
En plena crisis de la COVID-19 , cuando entendemos, nosotros y el propio conseller Mir, que pocos expedientes nuevos han entrado, no se ha podido acortar demasiado el retraso. "Durante el confinamiento se han gestionado cercar de 300 expedientes" ha cuantificado.
Por lo que 300 expedientes tramitados en dos meses con una media de 6000 cada año... las cuentas son claras: los tres funcionarios actuales no son suficientes para atender la demanda y llevarla en el día.
Entonces, ¿por qué no ha llegado todavía el personal nuevo que ya está dotado, o sea, que ya hay dinero para pagarlos la nómina? Podríamos entender que la burocracia y la tramitación es pesada y complicada, pero este retraso no es de hace dos días, por lo que, una vez más, hablamos de voluntad. ¿Hay voluntad realmente de agilizar recursos hídricos? ¿Hay voluntad de hacer más fácil una área que, de ir al día, supondría el fomento de la circulación de capital privado para inversiones? ¿Hay, o no hay voluntad? A día de hoy, nosotros, lo dudamos.