Según señala la iniciativa, el parón en la actividad educativa presencial ha sido una de las principales consecuencias negativas de la crisis del COVID-19.
"La formación impartida en los centros de educación primaria y secundaria, en los institutos, en las universidades, en las escuelas de postgrado, se ha visto forzada a la parálisis, o abocada a las vías virtuales y telemáticas para mantener su desarrollo", indica el GPP.
Por ello, el Grupo propone al Ejecutivo una serie de medidas que garanticen la vuelta a la actividad educativa en su versión presencial y con la máxima seguridad.
Entre las propuestas que realizan los 'populares' se encuentran: garantizar un suministro adecuado en cantidad y calidad de equipos de protección individual (mascarillas, guantes, geles y soluciones hidroalcohólicas); realización de pruebas diagnósticas de forma generalizada; fijar aforos máximos en función del tamaño de las aulas; o establecer distancias mínimas entre los alumnos.