"Que no pasa nada, que la vida sigue igual. Yo necesito ser un poco más feliz de lo que ya era".
Esto no lo he dicho yo, aunque si lo hubiera dicho no pasaría nada, lo ha declarado en las redes sociales un conocido cantante español y me ha sorprendido mucho, porque estaba convencido de que ya habíamos superado este tipo de cosas.
Que, a estas alturas una persona se vea obligada a reconocer públicamente su condición sexual para poder “ser un poco mas feliz de lo que ya era”, es la prueba irrefutable de que en según que ámbitos no hemos evolucionado absolutamente nada, y seguimos temiendo ser juzgados por no compartir los estereotipos de la mayoría.
Zygmunt Bauman escribió que “podemos ser diferentes y vivir juntos, y podemos aprender al arte de vivir con la diferencia, respetándola, salvaguardando la diferencia de uno y aceptando la diferencia del otro” pero por lo visto mas que aceptar la diferencia del otro, lo que hacemos es hacer creer a los demás que la aceptamos, eso sí, exigiendo que se nos respete a nosotros.
Vivimos en una sociedad donde el respeto a la pluralidad, la aceptación de los que no son o no piensan como nosotros no es más que puro teatro o, como se dice ahora, postureo, porque en el fondo seguimos anclados, en según que cuestiones, en el oscuro pasado.
Por desgracia todavía hay muchas personas para los que la homosexualidad, las diferencias raciales, étnicas o de color son admitidas y/o aceptadas siempre que se mantengan alejados de ellos, y la prueba la tenemos en declaraciones como las de este cantante o las agresiones homófobas que seguimos viendo en los medios.
Lo ocurrido recientemente en Cataluña donde seis Mossos están siendo investigados por vejaciones a un migrante, o, lo que es peor aún, lo ocurrido en Premià de Mar donde decenas de vecinos atacaron un piso ocupado por migrantes a los que acusaban de delincuentes nos demuestran como esa repulsa a los diferentes se mantiene viva entre nosotros y es capaz de sacarnos todo lo peor con el fin de apartarlo de nuestro entorno.
Hay quien defiende que el incremento de las agresiones en España es consecuencia de la aparición de partidos de ultraderecha, sin embargo, este odio es anterior a la aparición de la ultraderecha, de hecho, es muy posible que la ultraderecha se esté abasteciendo de esto.
Las agresiones homófobas están aumentando de forma alarmante año tras año. No es raro ver este tipo de acciones violentas a diario en los medios de comunicación. Parece que, trogloditas como aquel que quería “hacer a un gay heterosexual a base de ostias” los hay y muchos y como decía las agresiones son más cada día.
Lo preocupante es que según el Observatorio Contra la Homofobia de Cataluña el perfil del agresor tiende a ser el de adolescentes, por lo que el problema mas que tender a solucionarse parece que tiende a incrementarse tal y como denuncian las organizaciones LGTBI.