En las 3 semanas en las que se ha retomado la actividad en las autoescuelas, la DGT ha concedido turnos para examen a una media de entre 1 y 2 alumnos por profesor a la semana. Esta situación genera un tiempo de espera de 5 meses para cada alumno, lo que limita la capacidad de trabajo de las autoescuelas a un 25%.
Una decisión que llega después de dos meses y medio con 0 ingresos y ninguna ayuda estatal. La gestión económica ha llevado ya a muchas autoescuelas a echar el cierre, dejando a cientos de familias en paro. De hecho, Soto ha explicado que ha tenido que cerrar cinco de sus 20 autoescuelas. "Si pudiera cerrar lo haría, pero no puedo dejar a más de 80 personas a la calle ni tirar a la basura tantos años de trabajo" ha lamentado.
Además, la negativa a reforzar el trabajo de los examinadores del archipiélago balear es un perjuicio a los derechos de sus ciudadanos, que encuentran dificultades para examinarse del carnet de conducir. "Por no formar a diez examinadores, peligran los que ya lo son" ha criticado Soto.
Ante esta situación, el sector de las autoescuelas exige que la DGT tome cartas en el asunto y ponga solución de inmediato ante esta problemática tanto económica como social. De lo contrario, el director de la autoescuela Express ha avisado de que llevarán a cabo alguna manifestación, además de campañas de reivindicación, porque "es un problema que viene de largo y ya estamos hartos".