John Riveros, responsable de la discoteca Ama-gi del Port de Maó, es uno de tantos propietarios de locales de ocio nocturno de Baleares que se han mostrado sorprendidos por el anuncio del Govern de Francina Armengol de finalmente no dejar abrir las salas de fiesta de nuestra comunidad.

Una medida que se contradice con la dictada desde Sanidad que avala la apertura de estos negocios con las medidas de seguridad pertinentes dentro de la fase 3 de la desescalada inaugurada hoy.

Los propietarios afectados piden al Govern que reconsidere su postura, ya que aseguran que las ayudas facilitadas desde la administración, no bastan para cubrir todos los gastos de los locales y personal, al llevar 3 meses sin actividad.

En el Port de Mao hay un total de 5 locales afectados por dicha medida. Establecimientos que además conjuntamente con el resto de negocios de la zona y en plena crisis de Covid-19 desde hoy se enfrentan a nuevos cambios circulatorios al quedar en un único sentido desde Sa Costa de Corea hasta la Estació Marítima.