El aumento se explica por el incremento de las ejecuciones sobre viviendas de personas jurídicas (organizaciones y empresas), que se cuadruplicaron al pasar de 41 en el primer trimestre de 2019 a 176 este 2020. Las ejecuciones sobre viviendas de personas físicas también aumentaron, pero con menor intensidad, hasta las 43.
De las 219 viviendas afectadas en el primer trimestre por una ejecución hipotecaria en Baleares, 144 eran usadas y 75, nuevas.
En total, en Baleares se registraron 285 ejecuciones sobre fincas. De ellas, once son sobre fincas rústicas. En cuanto a las urbanas, además de las 219 viviendas, los registros de la propiedad inscribieron ocho ejecuciones hipotecarias sobre solares y 47 sobre fincas urbanas de otro tipo.
No todos los procesos de ejecución de hipoteca iniciados terminan con el lanzamiento de sus propietarios, una diligencia específica de los juicios de desahucio.
Durante el mes de marzo, con la declaración del estado de alarma por el COVID-19, la atención diaria al público en los Registros de la Propiedad se ha hecho exclusivamente mediante correo electrónico o por vía telefónica.