En concreto, solicitan un calendario con fechas claras para poder realizar sus planificaciones y decisión para implementarlo con velocidad o, al menos, de forma acompasada con el resto de países europeos.Los empresarios mostraron su preocupación por el hecho de otros países competidores están reaccionando mas deprisa que España a la hora poner en marcha medidas de activación de su sector turístico, lo que puede representar una amenaza para nuestra industria turística, habida cuenta de que los 82 millones de turistas que visitan anualmente España pueden constituir un atractivo “caladero de negocio”para otros países. La jornada telemática, enmarcada en el ciclo organizado por la red de Asociaciones Territoriales Vinculadas y organizada en esta ocasión por la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante(AEFA)y la Asociación Balear de la Empresa Familiar(ABEF), contó con la participación de Ángeles Serna Lorente,presidenta del Consejo de Administración de TM Grupo Inmobiliario; Carmen Matutes Prats,subdirectora dePalladium Hotel Group, y Javier Pérez Jiménez, director Gerente de VP Hoteles.
Los empresarios, además, coincidieron en reivindicar el alto nivel añadido del sectorturístico español, tanto en términos de calidad, procesos e innovación, lo que le ha llevado a ser un referente mundial dentro de este campo, y establecieron en el horizonte de 2023 lacompletanormalización del sector, que pasará por contar con un tratamiento eficaz para la curación del virus. Sobre el impacto económico que tendrá la crisis para el sector hotelero en 2020, Javier Pérez, director gerente de VP Hoteles, aseguró que dependerá en buena medida de que se pueda activar el sector de eventos a partir del mes de septiembre. “Si se pone en marchaesta actividad,podremos cubrir el 80% de nuestra ocupación anual”, dijo refiriéndose a sus hoteles radicados en Madrid.
Por su parte, Carmen Matutes, subdirectora de Palladium Hotel Group, señaló que abrir antes del 1 de julio,supondría minimizar las pérdidas. “De no ser así, a muchos establecimientos nos le merecerá lapena abrir”, dijo. Los ponentes también resaltaron el importante esfuerzo que están afrontando para adaptarse a la nueva situación y estar preparados para la reactivación del sector. En relación con este punto, Javier Pérez explicó que en sus hoteles han apostado por la realización de test de detección del COVID-19 a todos sus clientes, y que además están estudiando la posibilidad de integración con otros hoteles para mejorar sinergias de todo tipo. Carmen Matutes explicó que en su cadena hotelera están trabajando en una triple dirección: el establecimiento de protocolos de seguridad y protección, la inversión en nuevas tecnologías que permitan mantener las distancias entre clientes y personal, y la comunicación para hacer saber a los clientes que sus establecimientos son seguros. Sobre este último aspecto también se pronunció Ángeles Serna, presidenta de TM Grupo Inmobiliario. A su juicio, será necesario “reenfocar las campañas para adaptarnos a los cambios que se pueden producir en el perfil del consumidor”. “El mundo del viaje va a cambiar y tenemos que adaptarnos”, aseguró. Además de los empresarios familiares del sector turístico, intervinieron en el webinario Maite Antón, presidenta de la Asociación de Empresa Familiar de Alicante; Esther Vidal,presidenta de Asociación Balear de Empresa Familiar, y Alberto Zoilo Álvarez, presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Madrid.
Todos ellos aprovecharon sus alocuciones en la jornada para subrayar el espíritu de cohesión de las asociaciones de laempresa familiar para resaltar el papel de las empresas familiares en la superación de la crisis y coincidieron también en criticar la anunciada e hipotética derogación de la reforma laboral. A este respecto, Alberto Zoilo Álvarez, presidente de ADEFAM,afirmó: “El anuncio de la medida no se ha realizado bien desde el punto de vista de las formas, al no habersecontado con la opinión de los agentes sociales, y además no es el momento adecuado para plantear un cambio normativo que tendrá un impacto muy negativo sobre el empleo”.