En primer lugar aseguró que ya trabajan en sus sedes y que una gran noticia sería la reapertura de aeropuertos: "Hemos empezado a abrir media jornada, pero el problema es que las viviendas vacacionales están paradas. Además hay que devolver el prepago de alquileres. Estamos esperando como agua de mayo la apertura del aeropuerto para que los clientes puedan viajar".
Por otra parte aseguró que el mercado no se ha parado como ocurrió en 2008 y que la concepción de los clientes ha cambiado un poco. Además ofrecen asesoramiento jurídico y servicio postventa: "Hay interés porque se han hecho reservas de cara al final del 2020 y de cara al 2021. Ahora los clientes han cambiado su visión y buscan una vivienda unifamiliar o con balcón o terraza. Los propietarios están por la labor pero habrá de todo. Unos podrán bajar los precios y otros no, dependerá de las circunstancias".
Además comentaba que pueden hacer visitas con un estricto protocolo. "Se hacen con mascarillas, guantes, geles y hay que airear la vivienda Y no tocar objetos, no se pueden utilizar baños y es verdad que se tarda mucho más".
En otro sentido aseguraba que los precios en general no se han resentido y que el turismo mallorquín o nacional no podrá suplir al internacional en alquiler vacacional. "Los precios hasta el momento no se han movido mucho pero habrá ofertas de cara a los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. El turismo balear será imposible que pueda suplir la importancia del turismo internacional en alquiler vacacional y esto lo sabemos desde el minuto uno. Aun así, el alquiler sí que se va a reactivar y va a continuar pero veremos en qué circunstancias.