Desde Restauración CAEB piden a los restauradores “muchísima responsabilidad y un cumplimiento exigente de la normativa” ya que si ahora unos pocos incumplen, dicen, “nos perjudicarán a todos y nos estamos jugando mucho”.
“Apelamos a la responsabilidad y cumplimiento de las normas por parte de los propios establecimientos y por supuesto también de los clientes” ya que si no, añaden desde la asociación, “no solo podemos poner en riesgo la salud de todos, sino que además los que vayamos abriendo poco a poco nos veremos gravemente perjudicados”.
Por ello “condenamos cualquier mala práctica que se produzca en un establecimiento hostelero que pueda suponer cualquier riesgo para los ciudadanos”. Sólo con responsabilidad, concluyen, podremos alcanzar el objetivo común de toda la sociedad de alcanzar la máxima normalidad posible sin riesgo.
Aún así, añaden, “estamos convencidos que la mayor parte del sector y de los clientes “serán escrupulosos en el cumplimento y no habrá mala praxis pero, si la hubiera, desde Restauración CAEB tomaremos las medidas pertinentes”.
La distancia social, insisten, es un requisito básico. “deben evitarse las aglomeraciones de gente como sea” aunque, recuerdan, “este cúmulo de gente sería más fácil de evitar si desde la administración nos hubieran facilitado la apertura de terrazas más amplias desde un principio”.
Sólo con responsabilidad, afirma Restauración CAEB, podremos alcanzar el "objetivo común de alcanzar la máxima normalidad posible sin riesgo".
¿Qué normas deben cumplir los establecimientos?
Cabe recodar que la Fase 1, en la que acaba de entrar Baleares, permite la apertura de las terrazas al 50 por ciento de su capacidad, con una ocupación máxima de 10 personas por mesa y manteniendo una distancia social de dos metros entre mesa.
En cuanto a las medidas de higiene y/o prevención, todos los establecimientos deberán llevar a cabo las siguientes acciones:
Limpieza y desinfección del equipamiento de la terraza, en particular mesas, sillas, así como cualquier otra superficie de contacto, entre un cliente y otro.
Se priorizará la utilización de mantelerías de un solo uso. En el caso de que esto no fuera posible, debe evitarse el uso de la misma mantelería o salvamanteles con distintos clientes, optando por materiales y soluciones que faciliten su cambio entre servicios y su lavado mecánico en ciclos de lavado entre 60 y 90 grados centígrados.
Se deberá poner a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad, en todo caso en la entrada del establecimiento o local, que deberán estar siempre en condiciones de uso
Se evitará el uso de cartas de uso común, optando por el uso de dispositivos electrónicos propios, pizarras, carteles u otros medios similares.
Los elementos auxiliares del servicio, como la vajilla, cristalería, cubertería o mantelería, entre otros, se almacenarán en recintos cerrados y, si esto no fuera posible, lejos de zonas de paso de clientes y trabajadores.
Se eliminarán productos de autoservicio como servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras, y otros utensilios similares, priorizando monodosis desechables o su servicio en otros formatos bajo petición del cliente.
El uso de los aseos por los clientes su ocupación máxima será de una persona, salvo en aquellos supuestos de personas que puedan precisar asistencia, en cuyo caso también se permitirá la utilización por su acompañante. Deberá procederse a la limpieza y desinfección de los referidos aseos, como mínimo, seis veces al día.