"Nos estamos preparando para abrir, teniendo contacto con nuestros trabajadores y además los clientes nos llaman porque quieren volver a venir. Los clientes suelen repetir y tienen un sentimiento de fidelidad con Mallorca y con nuestros hoteles".
A pesar de que su intención es abrir cuanto antes existe el gran problema del desplazamiento de los turistas: "Nos gustará recibir a turistas mallorquines y a gente de la península, pero hay que recordar que casi el 90% de los turistas nos llegan de otros países de Europa ".
A ello hay que añadirle la incertidumbre actual y también que no se conocen los protocolos que impondrán las autoridades: "La explotación va a ser muy diferente y nuestros clientes nos van a exigir una máxima seguridad. Los protocolos serán de extrema higiene y ello implicará a nuestros trabajadores, proveedores y a nuestros clientes. Habrá que reinventarse por ejemplo en el tema del buffet con porciones más individuales y potenciar el show cooking, etc…"
Seguidamente afirmó que será clave que los responsables de cadenas hoteleras puedan entrever o conocer el pensamiento del cliente en este nuevo escenario: "El turismo se basa en socializar y si ponemos muchos protocolos de seguridad veremos qué ocurre. Si sólo puedes estar en tu habitación, ¿por qué vas a ir a un hotel?. Hay que pensar como un cliente y ver hasta qué punto está dispuesto a reducir su movilidad".
Finalmente, aseguró que el momento actual no es fácil pero las empresas deben mostrar una responsabilidad social y por ello han iniciado varias iniciativas para ayudar a los más desfavorecidos como #CuinaresCompromís de la mano del chef Tomeu Caldentey y de la Creu Roja de Manacor: "Debemos hacer todo lo que sea necesario. El mundo cambia por un ejemplo y no por opiniones. Hay que dar ejemplo y en estos momentos es importante cambiar el mundo con muchos ejemplos".
