El personal sanitario de los centros de salud como el de Génova-San Agustín, sa Pobla, Sineu y trabajadores del Hospital de Inca, además de los sindicatos Satse y Simebal han denunciado estas irregularidades y han advertido de que las mascarillas retiradas las han utilizado trabajadores que luchan diariamente contra el Covid-19. De hecho, algunos de estos sanitarios han estado en vigilancia y aislados para descartar el contagio.
Es por este motivo que piden más control y supervisión del material sanitario y de protección comprado en China tanto por parte del Estado como por el Gobierno balear. Precisamente, Juli Fuster explicó cuál es el procedimiento que se sigue para supervisar el material.
Hay que recordar que en las Islas, de los 625 casos confirmados de Covid-19 que permanecen activos, 116 son profesionales de la sanidad y otros 289 son contagios detectados usuarios y trabajadores de las residencias de ancianos.
Unas cifras elevadas de contagio entre los profesionales que luchan en primera línea que se hace extensivo a todo el Estado.
Con todo, el director general del Servicio de Salud, Juli Fuster, ha asegurado que Baleares es la cuarta comunidad con menos casos de contagios y que el objetivo primordial es garantizar la salud de todos los trabajadores.