"En Camerún aprobaron el 17 de marzo 13 medidas muy básicas pero hay que recordar que las medidas de confinamiento son muy difíciles de cumplir. El jabón es un material de lujo y el 63% de la población no tiene agua potable en el África Central. Sólo hay un hospital en la zona que yo vivo, en el que es difícil encontrar paracetamol y no hay un ningún médico".
"Quiero enviar un mensaje de ánimo, de agradecimiento, de compasión porque mucha gente ha perdido a sus seres queridos. Esta crisis nos tiene que hacer mejores personas. En el mundo no vivimos solos y cualquier dolor nos concierne a todos. Los problemas nos van a afectar a todos y habrá que ser más solidarios".
"Hay mucha gente que se está jugando la vida por salvar a una persona que no conocía de nada. Tengo mucha esperanza. El mundo ahora y después del coronavirus ya no va a ser igual. Es verdad que hay y habrá momentos duros pero pueden aparecer hechos positivos".
"Creo que se están dando pasos y habrá que hacer cambios en el sistema educativo, económico, etc… Creo que ningún gesto de bondad y de amor se pierde. Ello es muy positivo y pueden seguir brotando y dar mucho fruto"
"Aquí la crisis económica ha llegado antes que la sanitaria porque con el cierre de las fronteras han subido los precios de los alimentos y hay mucha hambre. A nivel de fondos las convocatorias de Cooperación al Desarrollo se han parado, hay organismos que tiene menos ayudas, pero también a la vez hemos visto el lado contrario. Se aprobó un proyecto, cercano a los 65.000 euros, para fortalecer dos hospitales de referencia en el Congo, en la zona sur del país y que atienden a más de 279.000 personas. Esto permitirá comprar equipos de limpieza, mascarillas, guantes, un grupo electrógeno, trajes de protección, etc… Es lógico que haya menos fondos y va a surgir la creatividad".