Cintia ha contado que es complicado mantenerse en forma en esta situación de confinamiento. “Es muy difícil entrenar en esta situación. Además, no tengo terraza y se hace más complicado, pero estoy haciendo ballet, cuidando mi alimentación y adapatándome a las condiciones”.
La gimnasta inquera ha recoradado que, hasta el confinamiento obligado, entrenaba siete horas diarias. “La gimnasia no entiende de vacaciones. Exige un sacrificio constante y tener vocación”, ha explicado Cintia.
Preguntada por si esta situación le afecta psicológicamente, Cintia ha explicado que “al principio sí fue complicado porque no sabía en qué estado llegaría a los Juegos Olímpicos, pero una vez se conoció que se pospusieron, me quedé más tranquila porque pensé que llegaré en plena forma”.
Cintia ha adelantado que está trabajando en una nueva corografía: “También estoy preparando una coreografía nueva con mi profesora a través de Skype que ya la tenemos muy avanzada.