Mostrando su agradecimiento al personal sanitario de Son Espases, que la trata con extrema humanidad, Micaela Stefania narra como desde el pasado 11 de marzo presentaba síntomas evidentes de coronavirus, pero desde el 061 y desde el centro médico de su localidad solo le recetaban ibuprofeno y paracetamol.
La fiebre, el dolor de cabeza y el dolor de garganta no remitían y, finalmente, cuando ya sentía que no podía respirar, Micaela Stefania fue enviada a Son Espases donde le hacen pruebas. Su preocupación ahora es su familia, que convivió con ella al menos durante 10 días, cuando ya presentaba síntomas.
Con todo, Micaela Stefania tiene un mensaje claro para todos los ciudadanos: "No hay que salir de casa, cualquiera lo puede coger. A mí por ahora me está yendo bien, pero a muchos pacientes se les ha complicado".