Pese a que la redacción está cerrada al público, los equipos informáticos han facilitado mucho el trabajo. Los colaboradores han enviado las crónicas y los artículos desde su casa. Tan solo por la maquetación se ha tenido que acudir a la redacción, eso sí, respetando las correspondientes medidas de seguridad.
El jefe de redacción del Setmanari, Gori Vicens, ha explicado que "la importancia de hacer un semanario local es porque consideramos que es un servicio público. Mucha gente no tiene redes sociales, especialmente los más mayores, en Felanitx es costumbre, desde hace más de 80 años, informarse a través de la prensa local".
Vicens ha afirmado que actualmente "tenemos unos 850 suscriptores que lo reciben puntualmente cada semana y otros 300 que se venden en librerías y sitios de venta. La repercusión que tiene es muy grande, por eso hemos hecho este esfuerzo tan grande".