Así se ha expresado Aviba en un comunicado en el que ha manifestado su "preocupación" por la situación actual, que "tendrá consecuencias para toda la economía y golpea con mayor contundencia al principal motor" de Baleares.
La entidad ha reprochado al Gobierno que no haya "considerado la excepcional situación de las empresas y sus trabajadores de las agencias de viajes, tal como se ha establecido en otros países" y le ha reclamado un Real Decreto con actuaciones en el ámbito laboral y un fondo de ayuda extraordinario.
"Se trata de establecer un marco de ayudas que permitan afrontar esta situación, evitando que se originen consecuencias irreversibles para las empresas y el empleo, y que garanticen una protección adecuada", han argumentado.
Aviba y la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) creen que las medidas adoptadas por el Gobierno "son totalmente insuficientes" y "no contribuyen a proteger a este sector que está especialmente afectado".
"No han contemplado la características del sector y nos obligan a reducir plantillas y estructuras", han lamentado, recordando que las agencias de viajes dan empleo a casi 70.000 personas.
"Creemos que esto crea un grave perjuicio para el turismo español, que nunca había tenido una situación igual y requería ayudas directas a las empresas", han señalado, recordando que con la quiebra de Thomas Cook se habilitaron 500 millones por "un solo touroperador".
En este contexto, CEAV y Aviba han solicitado la suspensión o rebaja de cotizaciones de la seguridad social y la reducción de impuestos, a imagen de lo que se ha acordado para pymes y autónomos; ayudas directas al sector por 400 millones de euros; bonificaciones a la seguridad social para fijos discontinuos; ayuda para el mantenimiento del empleo; y "hacer obligatorio el disfrute de vacaciones por parte de los trabajadores si las empresas lo piden".