Baches, semáforos imposibles y paradas de autobús sin adaptar dificultan el día a día de unos enfermos para los que la silla de ruedas es un apéndice indispensable.
Unos problemas que, hace ahora tres años, los mismos políticos, con su correspondiente fotografía y colgada de medallas se comprometieron a solucionar y que, ahora, parecen haber olvidado.
Así, Jarabo ha señalado que "toda esta información está, entendemos que se está trabajando, pero no sabemos nada más al respecto".
Pero la accesibilidad no es lo único que preocupa a los usuarios de Son Güells, la única residencia para grandes discapacitados menores de 65 años de Mallorca. La posible construcción de una hormigonera a 20 metros de su residencia es otro hecho que indigna a estos vecinos. Muchos de ellos con problemas respiratorios crónicos, se sienten invisibles ante el Ajuntament de Palma.
El portavoz del equipo municipal ha asegurado que "estas personas vinieron al pleno, se habló con ellos e invisibles en absoluto, se está trabajando para intentar buscar una alternativa mientras se siguen requiriendo los informes sobre el impacto que son los que pueden evitar la construcción de la hormigonera".
El riesgo sanitario y el hecho de que el solar previsto para la hipotética fábrica esté situado en una zona inundable, no son evidencias suficientes para Cort. Sin memoria en ocasiones, no escatima esfuerzos en seguir recaudando más informes para evaluar el impacto que supondría la puesta en marcha de esta actividad.