Las dos cargos insulares han comprobado 'in situ' el funcionamiento de esta segunda fase de metanización -en pruebas desde el mes de junio- en Son Reus. "Crearemos un compuesto de gran calidad que contribuirá a la mejora del campo mallorquín", ha añadido Cladera.
La capacidad de tratamiento ha pasado de 32.000 a 64.000 toneladas, y supone asumir toda la Fracción Orgánica de Recogida Municipal (FORM) que en 2019 llegó a las 29.959 toneladas y se trataron también 23.327 toneladas de lodos.
El segundo digestor, ya en funcionamiento en Tirme, es decisivo en la creación de un compuesto de gran calidad, "que contribuirá a regenerar el campo mallorquín", ha remarcado la consejera Ribot.
Este segundo digestor de metanización creará un compuesto de lodos y uno de materia orgánica, una mejora sustancial de la situación hasta ahora, donde el compuesto era siempre de mezcla.
La mencionada ampliación de la capacidad digestora supondrá anualmente cerca de 15.000 toneladas de un compuesto de gran demanda.
Ribot ha recordado que esta II fase de metanización ha permitido "cerrar plantas de compostaje como la de Ariany" y ha anunciado que, a lo largo de la presente legislatura, "pondrán en marcha la III fase de metanización".
Durante 2019 el aumento de la recogida selectiva ha llegado al 18,2 respecto a 2018. La previsión es que este aumento se mantenga.