El diputado y portavoz de VOX, Jorge Campos, ha señalado que “es muy peligroso que un país no deje la historia a los historiadores y haga política en los parlamentos para imponer un pensamiento único y una verdad oficial. Todo aquel que tenga un punto diferente puede llegar a ser sancionado. Eso es totalitarismo”.
“Se busca retroceder en la historia 80 años para un revanchismo que ya debería estar superado gracias a la Constitución de 1978. Es una ley de buenos y malos con un evidente sesgo ideológico de izquierdas”, ha dicho Campos, que ha concluido que “nuestra Constitución establece el acuerdo y la concocordia, eso sí que es digno de elogio, y estas leyes de memorias democráticas lo que pretenden es socavar nuestra monarquía parlamentaria”.
En la propuesta de VOX se advierte de que la Ley de Memoria Democrática establece una clara alabanza a la República, pero no a la república como sistema de gobierno, ni siquiera a todo el período que comprendió la II República española: el elogio se centra en los últimos meses Gobierno del Frente Popular, así como de sus instituciones, unidades, partidos; vinculando de forma inadmisible democracia, república y frente popular”.
Campos ha asegurado que “supone un ataque claro a la reconciliación nacional”. En la PL se expone que “se trata de una colección normativa cuya finalidad inmediata es reabrir heridas, llamar al odio y crear división entre los españoles. La norma impide mirar hacia el futuro y la solidaridad entre miembros de una misma nación. Vuelve a un clima de crispación e impide que los españoles aprendan del pasado y miren al futuro para solucionar sus problemas. Lejos de ello, la norma pretende convertir al pueblo español en esclavo del año 1936, impide que la historia siga su curso y trata de que se mantenga estática en el citado año”.