Serrano ha hecho estas declaraciones al conocerse que el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo del Govern , Iago Negueruela, ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Balears (APB) que no acepte reservas con fecha posterior al 1 de enero de 2022.
Alfredo Serrano subraya la importancia de que el sector de los cruceros “perciba un escenario de certidumbre para poder avanzar en su planificación. Trabajamos con un plazo de anticipación de dos años y no atender las solicitudes de reserva afectaría al trabajo de las compañías y además tendría un efecto negativo en el impacto económico y también en el mercado laboral de las Islas, especialmente en el actual entorno de desaceleración económica”.
Cabe recordar que el último estudio realizado por la Autoritat Portuària de Balears (APB) en 2015, con la Universitat de les Illes Balears y la Cámara de Comercio, constataba que el impacto económico de la actividad de cruceros en Palma es de 224 millones de euros.
De esta cantidad global, el 39,44 % fue a parar al pequeño, mediano y gran comercio, mientras que el 12,54 % y 12,46 % benefició a la oferta de alojamiento (hoteles) y transporte (taxis y autobuses de transporte regular y discrecional), respectivamente. La escala de un solo crucero en el puerto de Palma genera más de 325.000 euros de ingresos.
Finalmente, señala que “todos nuestros esfuerzos, y entendemos que los del Govern también, están puestos en encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes. Desde CLIA hemos demostrado en reiteradas ocasiones nuestra voluntad de diálogo porque queremos que el turismo de cruceros sea sostenible y una experiencia positiva tanto para los propios cruceristas como para los residentes de los destinos que visitamos”.