Calibrar los efectos y consecuencias de una mala gestión en una alarma sanitaria como la del coronavirus, resulta extremadamente difícil cuando dichos efectos no se han producido.
Desde siempre, las personas experimentamos mayor dificultad para valorar y agradecer un buen trabajo que para reconocer errores. Posiblemente, porque se presupone que debemos hacer bien lo que nos es encomendado.
Efectivamente, así es. Todos aquellos que, de una u otra manera, formamos parte de un proceso de gestión, o del propio mercado laboral y debemos rendir cuentas a otros (superiores o votantes en su caso), estamos expuestos a errar. Aunque se espera de nosotros que, en la gran mayoría de ocasiones, acertemos.
Cuando nos equivoquemos nos lo podrán llegar a reprochar hasta la extenuación, si es que no hay consecuencias peores. En cambio cuando lo hagamos bien, normalmente, no recibiremos ningún tipo de reconocimiento.
Ya sabe usted que a nosotros, los de GRUP4, nos gusta ir por libre. Lo que se considera habitual, no por ello siempre es lo más correcto…
Así, nos hemos puesto a imaginar una mala gestión del caso de coronavirus. Cómo cundía el pánico entre la sociedad balear, cómo las existencias de mascarillas estaban bajo mínimos, se colapsaban los hospitales y centros de salud por la alarma generada, los supermercados acusaban faltan de productos porque la ciudadanía acudía en masa para replegarse en sus hogares, había profundo rechazo a la comunidad asiática establecida en nuestra comunidad…
No es necesario seguir recreando aquello que podría haber sido en caso de tratar el tema con oscurantismo y mala praxis. Y no es necesario hacerlo porque nada de ello ha ocurrido, gracias a su impecable gestión, consellera Gómez.
Desde aquí queremos hacerle llegar nuestro profundo agradecimiento por haber informado a diario, incluso en fin de semana, mientas el caso de coronavirus dio positivo. Gracias por haber antepuesto la transparencia a cualquier otra tentación (posiblemente más fácil) de tratar el tema. Gracias por evitar que la alarma creciera cuán bola de nieve entre nuestra sociedad.
Señora Patricia Gómez:
En el tratamiento del caso de coronavirus ha hecho usted gala de una gestión exquisita. La felicitamos a la vez que esperamos que dichas actuaciones afortunadas se multipliquen en el futuro. Hacemos extensivas nuestras felicitaciones a todo su equipo.
También esperamos que sus compañeros de gobierno, algunos de ellos, tomen buena nota de los efectos que (aún sin verse a simple vista) puede suponer una gestión rápida y eficaz.
Consellera Gómez, posiblemente sin proponérselo, ha dado usted una lección impagable a más de uno y ha demostrado que querer es poder.
