Así, según informa el Govern en un comunicado, hay que hacer un especial hincapié en la seguridad de los disfraces y si se adquieren máscaras, caretas o pelucas deben contar con los correspondientes orificios para ojos, nariz y boca, y no ser inflamables.
Asimismo, los disfraces para niño son considerados juguetes y, por ello, deben cumplir con los requisitos y normas que les son de aplicación. Elementos como pistolas, arcos o flechas destinados no deben tener elementos punzantes o cortantes, ni piezas pequeñas que puedan desprenderse.
En este sentido, también hay que comprobar que los disfraces sean "adecuados" a la edad del menor. Si tiene menos de siete años no pueden llevar cordones en la zona del cuello; si tiene más, no podrán ser superiores a 7,5 centímetros de largo, y si tiene menos de 14 años el disfraz deberá indicar las advertencias de seguridad.
Respecto a las bromas, hay que ser "cautos" y "extremar las precauciones", especialmente cuando se trate del uso de petardos y fuegos de artificio. Cabe recordar que tienen que ser manipulados por adultos y evitar su lanzamiento en espacios cerrados.
Asimismo, desde Consumo avisan de que deben solicitarse siempre y conservar las facturas o tiques de compra, son la garantía y son necesarios en caso de reclamación. Asimismo, todos los establecimientos tienen que disponer de hojas de reclamación a disposición de los consumidores.