Después del cierre por falta de viabilidad económica de los cines Renoir, hace ya ocho años, esta asociación horizontal recogió el guante y trata desde entonces mantener con vida "un modelo de cine al que puedes llegar paseando, integrado en el barrio. Hasta la fecha lo único que hemos hecho ha sido sobrevivir. Todavía no somos rentables".
El tiempo no pasa en balde y, tanto las instalaciones como algunos sistemas de seguridad necesitan una renovación para poder seguir desarrollando la actividad. "Hemos recibido varias visitas técnicas y se nos ha comunicado que debemos renovar la instalación eléctrica", ha reconocido Bergillos, quien junto a sus compañeros, llevan "meses elaborando presupuestos para poder cumplir con los requisitos legales y poder llevar a cabo la modernización de la infraestructura y los equipos. No disponemos del capital necesario y hemos tenido que lanzar este grito de socorro a través de esta campaña de crowdfunding".
"Es como una carta a los reyes muy cara. Nos hemos fijado un techo de 400.000 euros, una cantidad muy alta. De momento ya hemos recaudado 30.000, en tan solo 48 horas, y gracias a 600 donantes. Con este dinero cubrimos las obligaciones legales para continuar con las proyecciones, pero nuestro deseo es también mejorar la experiencia del espectador", ha comentado Bergillos.
"Ejercemos de manera oficiosa como filmoteca de la ciudad, pero lo cierto es que falta ese reconocimiento por parte de las administraciones que nos podrían aportar más recursos", ha señalado.
CineCiutat se ha convertido en un punto de referencia para los cinéfilos en particular y de la cultura en general. De hecho, ha recordado Bergillos, "no hubiera sido posible ver 'Parásitos' en Mallorca, la última ganadora de los Oscar, si no fuera por la apuesta que llevamos a cabo por un cine menos palomitero y alejado de las grandes superficies".