Hace unos días, en el acto de entrega de los Premis Ciutat de Palma, el equipo de gobierno de José Hila aprovechó la ocasión para sacar pecho de un barrio histórico durante los años del boom turístico. Pero, ¿cuál es la realidad actual de Es Terreno? ¿Qué queda hoy de aquella zona que tanto inspiraba y donde vivieron tantos y tan grandes artistas?
El crudo presente choca de frente con su glorioso pasado: malas hierbas, suciedad, aceras levantadas y baldosas rotas. Muy lejos queda aquella imagen de un barrio limpio y referente en todos los ámbitos. De hecho, los vecinos de la zona critican la dejadez actual y la degradación que sufre el barrio, ya no solo por parte de los incívicos que hacen lo que quieren por las noches, sino también por parte de las instituciones que no han movido un dedo para recuperar el antiguo esplendor de Es Terreno.
Desde el Ajuntament han reconocido que son conscientes del problema y han asegurado que trabajarán para mejora la actual imagen del barrio. Palabrería hueca. La realidad es que, mientras que Cort presume del pasado glorioso de Es Terreno, su imagen y la calidad de vida de sus vecinos empeora día tras día.